La gestión de la marca es una potente herramienta  de marketing para una empresa. Para que podamos valorar la importancia del Branding hay que partir de la siguiente premisa: «una marca bien gestionada es el activo más importante de la empresa y  representa hasta el 70% del valor de la misma». Asimismo, y antes de seguir profundizando en este tema, cabe destacar que una marca no es un logotipo, un nombre o la preferencia ante determinados colores. Una marca es la creación de una identidad, de una personalidad, la creación y promoción de unos determinados valores que la hagan  deseable desde un punto de vista emocional.

Hacer Branding  es construir una marca única para que tus clientes la quieran y la deseen, no basándose una ventaja funcional o de precio, sino porque conlleva un valor añadido intrínseco que hace que este producto concreto amparado bajo el paraguas de una marca correctamente gestionada, no sea como los demás productos. Una marca-producto basada en la funcionalidad o el precio es una marca pensada para el corto plazo, cuando la competencia comercialice al mismo o inferior precio ofreciendo la misma funcionalidad, le robará a sus clientes. En este aspecto, es importante saber que una marca basada en el precio y la funcionalidad no genera fidelización porque no aporta valor. Las verdaderas marcas no venden un producto, venden una promesa. Y la labor del Branding es saber transmitir esa promesa. Como ejemplos:

Coca- Cola no ofrece refrescos, COCA-COLA, ofrece la promesa de felicidad
Zara no ofrece ropa, no ofrece precio, ofrece la promesa de la moda
El Corte Inglés no ofrece ropa, muebles, ofrece la promesa de servicio y garantía
Apple no ofrece informática, ofrece la promesa del diseño
BMW no ofrece coches, ofrece la promesa del placer

Apostar por crear una marca con identidad propia es saber rodear esa marca de unos atributos y valores que pertenecen a la propia empresa, a su forma de hacer las cosas. Un intangible que nos permite competir en el largo plazo gracias  a la fidelización que  convierte a los clientes en los mejores apóstoles de nuestra marca. Ese es el objetivo último, que los clientes sean los principales vendedores de nuestra marca y nuestros productos.

Los atributos de marca pueden establecerse en las siguientes categorías

Atributos Básicos: Variedad y gamas de productos.
Atributos Valorados: puntos de venta, presentación, servicio, garantía
Atributos Diferenciales: Personalidad diferencial, imagen, productos exclusivos, líneas de productos, especialización, novedades y avances, creación de tendencias.

El objetivo de una buena política de Branding es crear una marca única capaz de que los clientes la reconozcan, la diferencien y la quieran porque entiendan que se trata de algo más que un simple producto funcional. Adquiriéndolo, obtenemos algo ese intangible que lo hace más deseable que otros de su competencia. Hacer Branding significa apostar pensando para el largo plazo. Para ello, las empresas deben de cuidar la identidad, invertir en la personalidad, en los atributos y en crear una marca que cree un vínculo emocional y la convierta en algo único.

Con este nuevo post sobre Branding, hemos querido profundizar un poco más en este apasionante apartado del marketing. En próximos artículos hablaremos de las características básicas que debe poseer toda marca para conseguir garantizarse el éxito en sus mercados.

Hasta Pronto.

@poli2204