El Marketing en redes sociales es una ya no tan nueva forma de marketing y de comunicar fruto de la evolución de Internet, -de las cosas a las personas-, y que tiene en la web 2.0 su mejor herramienta.
El consumidor ha evolucionado, ya no se trata de aquel cliente ingenuo siempre en el punto de mira de agresivos y convincentes prescriptores de producto, sino de un usuario altamente informado que ha nacido (o ha crecido) con Internet, que tiene acceso constante a la red y a las múltiples y variadas plataformas sociales que han ido surgiendo. Estas plataformas sociales, más conocidas como redes sociales, les acompañan en su rutina diaria y en su ocio a través de las denominadas pantallas múltiples (teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores portátiles, televisión a la carta, videojuegos en red…) y les sirven para obtener, opinar y compartir contenidos con sus iguales. Y entre esos contenidos, tienen un significado especial los productos, los servicios y las marcas, de tal forma que las empresas ya son conscientes de la obligación de estar presentes en todos los foros sociales online donde se halle su público objetivo.
Superado el temor inicial a verse expuestas directamente a las opiniones y, posiblemente, críticas de los consumidores, las empresas se dan cuenta que es esta una excelente manera de establecer una comunicación directa con el usuario, de conocerle, de detectar sus necesidades, y, una vez iniciada la conversación con él, constatan que el índice de críticas negativas disminuye. ¿La razón? La más vieja del mundo: el consumidor gusta de sentirse atendido y escuchado y la empresa, a través del diálogo que permite el social media, le proporciona los contenidos que le gustan, atiende sus consultas y, en definitiva, le conoce mejor y le valora más.
La andadura de la empresa en las redes sociales comienza con el diseño y planificación de las acciones a llevar a cabo, que no es muy diferente a los de otros tipos de marketing. La empresa define los objetivos que se propone alcanzar (incrementar el número de visitas a la web de la empresa, conseguir un mayor conocimiento de su marca, alcanzar a nuevos posibles clientes, etc.), estudia y establece los medios que le van a ayudar a conseguir los objetivos (la redes sociales más idóneas para su target) y dispone cómo va a hacerlo (en qué tono, la línea de los contenidos, los ejes de comunicación, etc.). Y, como en toda estrategia de marketing, acaba con la medición y análisis de los resultados obtenidos a través de las herramientas que procuran las propias redes sociales u otras que han surgido en la red.
Por último, y ya en plena conversación, hay que tener en cuenta dos puntos importantes. Aunque el objetivo de la empresa sea promocionar productos, el tono comercial ha de rebajarse a favor de contenidos originales e interesantes, al hilo de la línea del negocio, que serán los que conseguirán que los consumidores sigan a la empresa y su fidelización. Por otra parte, si el propósito es alcanzar clientes potenciales, cuidado con el afán de conseguir fans/seguidores porque, aunque se logre, es muy posible que a muchos de ellos no les llegue el mensaje, sino que simplemente oigan a la empresa pero no la escuchen.