La tecnología es ya capital de todos. El consumidor, cada vez más formado, tiene en sus manos herramientas hasta hace poco impensables que facilitan su conocimiento e interacción con el mercado y amplifican su  poder de decisión. La parte visible de estas herramientas son las pantallas múltiples que, lejos de fagocitarse unas a otras, se  unen hasta crear una convergencia que genera mejores resultados, -acerca del conocimiento, notoriedad y consumo de marcas-, cuanto más medios digitales se empleen de forma conjunta. Esto es, en síntesis, la conclusión extraída de nuestra propia experiencia del día a día en el sector, apoyada con la lectura del informe de EMEA Microsoft Advertising (https://advertising.microsoft.com/espana/multipantalla-consumidor-investigacion) del cual hacemos hoy eco de sus principales puntos acerca de quiénes son estos nuevos consumidores y qué uso hacen de los diferentes dispositivos.

Los consumidores multi-pantalla en Europa son ya casi 20 millones de personas. Esta cifra recoge al colectivo de adultos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España, los Países Bajos y Suecia, de 16 años o más  que invierten cerca de 50 horas semanales en el uso del televisor y en el acceso a Internet mediante un ordenador y un smartphone. Tienen un estilo de vida mediático, utilizan varios dispositivos simultáneamente, incluso para realizar las mismas acciones,  y no van a prescindir de ninguno de ellos porque conocen las ventajas exclusivas de cada una de las pantallas y reconocen que juntas mejoran su experiencia como usuarios. Aprovechar este hecho es un nuevo e interesante reto para los profesionales del marketing.

En cuanto a cómo emplean las diferentes pantallas, el ordenador se erige como el dispositivo más ventajoso. Va más allá de su función productiva y de proveedor de información y entra de lleno en la esfera del entretenimiento y del consumo e incluso comienza a desplazar a la televisión en el terreno de entretenimiento de tal forma que todas las cadenas televisivas, conocedoras de esta nueva realidad, se han puesto las pilas con sus servicios a la carta por Internet.

El smartphone o teléfono inteligente es la pantalla más sofisticada, la última en llegar y la que marca tendencia. Tener y usar diariamente un smartphone es estar totalmente al día en estos temas. Se emplea fundamentalmente para mantenerse en contacto, pero la conexión telefónica tradicional ha dado paso al contacto a través de redes sociales y al envío y recepción de e-mails vía móvil.

En cambio, la televisión pierde importancia. En la era 2.0, el entretenimiento que proporciona es pasivo y unidireccional y el consumidor de pantallas múltiples le demanda interacción y esta puede venir de la mano de la cuarta pantalla, la de las consolas de videojuegos.

Internet está en la base de todas ellas y cobra tanta importancia que el punto de venta deja de ser el protagonista indiscutible en la decisión de compra en su favor. Sirvámonos de los beneficios de la red, aceptemos el desafío de la tecnología y trabajemos contenidos y formatos que se adapten a cada una de las pantallas sin perder la coherencia y la  unicidad del mensaje a transmitir. Sólo así lograremos adaptarnos a este nuevo consumidor y evolucionar al mismo ritmo que sus necesidades.